Hola de nuevo.
Tras mucho mucho tiempo sin publicar hoy vuelvo a hacerlo para enseñaros un vestido de fiesta para Nerea que se fue de boda el pasado sábado.
Como siempre, lo primero fue decidir qué hacíamos... y ella que sabe que soy de pique fácil me manda foto del vestido que le gusta... ¿mami, esto se puede hacer?... ¡por supuesto! ¿lo dudas? jajajaja.
Así que visita a Almacenes Uría, aquí en Oviedo, y a elegir telas... para la falda un satén con mucha caída y del mismo color que el modelo, y para el cuerpo un encaje bordado sobre tul que es una pasaaaada en color gris. A todo eso le añadimos forro de punto color nude-beis, el más similar a su piel, porque se va a ver y debe pasar desapercibido.
Patrón sencillo a tope para el cuerpo, tipo camiseta para el forro doble y a jugar con el encaje, casi poniéndolo directamente sobre el cuerpo (a falta de maniquí, lo mejor es tener disponible a la modelo, jeje). Aprovechamos toda la onda el encaje para el escote y que continúa en la espalda, y para las mini manguitas recortamos el dibujo del bordado.
La falda con mucho vuelo lleva tablas profundas en el delantero y fruncido en la espalda. La confeccionamos por el lado mate de la tela y así el fajín lo hacemos por el brillo.
Para rematar el conjunto una cartera de rafia con aplicaciones del mismo encaje del vestido.
Y tras este rollo que acabo de soltar, vamos al grano con las fotos...
Este es el vestido elegido, no se la fuente porque la foto me llegó por whats app:
Momento selfie... aquí se ve el cuerpo de encaje y las manguitas...
Posando con mucho arte, parejita guapa ;)
La carterita...
Y hasta aquí por hoy, poco a poco iré publicando todos los trabajos que estuve haciendo en este tiempo que llevo desaparecida de la blogosfera, y es que confieso que me estoy enganchando a Instagram, que publica mucho más rápido y da menos pereza.
Espero que os haya gustado y hasta pronto. Besos.